miércoles, 18 de mayo de 2011

OCHO MINUTOS

“No guarden tesoros para ustedes aquí en la Tierra donde la polilla y el óxido los dañarán, y donde los ladrones entran a robárselos. Más bien, guarden tesoros para ustedes en el cielo donde ni la polilla ni el óxido los dañarán y donde los ladrones no pueden entrar a robárselos”.
Mateo 6:19-20

Cuenta la leyenda que una mujer pobre con un niño en los brazos pasaba delante de una caverna cuando escuchó una voz que le decía: “entra y toma todo lo que desees, pero no te olvides de lo principal. Después de que salgas, la puerta se cerrará para siempre. Por lo tanto, aprovecha la oportunidad, pero no te olvides de lo principal…”
La mujer entró en la cueva y encontró muchas riquezas. Fascinada por el oro y por las joyas, puso al niño en el piso y empezó a juntar ansiosamente, todo lo que podía en su delantal.
La voz le habló nuevamente: “tienes solo ocho minutos”.
Agotados los ocho minutos, la mujer cargada de oro y piedras preciosas, corrió fuera de la cueva y la puerta se cerró… recordó, entonces, que el niño había quedado adentro y la puerta estaba cerrada para siempre.
La riqueza duró poco y la desesperación siempre.
Lo mismo ocurre, a veces con nosotros. La voz de hoy nos advierte: no guardes tesoros para los ladrones, ¡no te olvides de lo principal!
Juchitán, ha sido en los últimos tiempos blanco de los ladrones comunes y de “los de cuello  blanco”; especialmente en el mes de mayo. En este tiempo se celebran las llamadas velas, fiestas tradicionales del pueblo, en las cuales las mujeres lucen hermosas joyas, que han sido adquiridas a base de arduo trabajo y sacrificio. Quizá a costa de descuidar lo principal: el hogar y los valores espirituales. Estas hermosas joyas al ser hurtadas han traído tristeza y dolor a muchos hogares. Por lo tanto no debemos olvidar que la vida en este mundo pasa rápido. Todo lo que atesoremos en esta Tierra se quedará. Aprovechemos los ocho minutos sin olvidar lo principal.

“Pues donde esté tu riqueza, allí estará tu corazón.”
Mateo 6:21


Lic. Elizabeth Gurrión Matías

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