jueves, 21 de octubre de 2010

NO PIERDAS LA ESPERANZA



Jesús le dijo:
“Si puedes creer, al que cree todo le es posible”
Marcos 9:23

Siempre que alguien se acercó a Jesús, recibió palabras de aliento; encontró solución a su problema. Absolutamente nadie se regresó enfermo o sin esperanza. Todos fueron bendecidos, saciados, sanados y perdonados.

Después de bajar de una montaña alta, dónde fue transformado por el poder divino, Jesús llegó donde estaban sus seguidores; vio mucha gente y a los maestros de la ley que discutían. Jesús les preguntó la causa, entonces uno de entre la multitud le dijo:

“Maestro, te traje a mi hijo porque está atormentado por un espíritu maligno que no lo deja hablar. Cuando se apodera de él, lo hace caer al suelo, escupe espuma, le rechinan los dientes y se queda rígido. Le pedí a tus seguidores que expulsaran al espíritu pero no pudieron”.

Entonces Jesús molesto les dijo a sus discípulos:

“¡Partida de incrédulos! ¿Hasta cuándo tendré que soportarlos?” y mandó a traer al muchacho.

Cuando trajeron al muchacho, el espíritu vio a Jesús e hizo que el muchacho se convulsionara, cayendo al suelo, sacaba espuma por la boca.

Jesús le preguntó al papá, “¿desde cuándo sufre el muchacho?” El padre dijo que desde que era un niño vivía atormentado, pues muchas veces el espíritu lo tiraba en el fuego o en el agua para matarlo. De rodillas, el atribulado padre rogaba que tuviera compasión de ellos, que si podía hacer algo, los ayudara.

Jesús le dijo “NO DIGAS, SI PUEDES HACER ALGO; TODO ES POSIBLE PARA EL QUE CREE”.

Enseguida el papá del muchacho gritó “¡Creo, ayúdame a creer aún más!”.

Inmediatamente, Jesús reprendió al espíritu maligno, le ordenó salir de él y que nunca más regresara.

El muchacho empezó a convulsionar y el espíritu lo abandonó dejándolo como muerto. Jesús lo tomó de la mano y lo ayudó a ponerse de pie, quedando completamente sano.

Posiblemente, al igual que este padre has buscado la solución a tus problemas de muchas maneras, y en muchas partes; y todo ha sido inútil. El dolor, la frustración, la soledad, y la desesperación te acompañan todo el tiempo. Has probado de todo y todo te ha fallado. Te invito a probar a Jesús; trae a sus pies tus cargas, confía en él, te ayudará a creer y dará respuesta a tu necesidad.

No pierdas la esperanza, en Jesucristo hay solución para tu problema.

Lic. Elizabeth Gurrión Matías

1 comentario:

  1. hola les dejo un saludo desde El Salvador Centroamerica, sigan adelante con el blog.
    Les comparto mi testimonio de sanidad para la gloria de Dios en mi blog www.creeenjesusyserassalvo.blogspot.com

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